Uno de los motivos del proyecto es fomentar la convivencia con la familia o grupos afines donde se aprende a sembrar, cosechar, a conservar los alimentos, a resembrar y a fortalecer la integración y el trabajo en equipo.
Por Carina López y Pool Contreras
México, 18 de noviembre (Xinhua).- En los últimos años, los mexicanos han mostrado un interés creciente por la agricultura urbana, debido a los múltiples beneficios socioambientales que genera, como obtener productos totalmente naturales, comer alimentos de mejor calidad, la conservación y desarrollo sostenible de los recursos naturales, entre otros.
En la Ciudad de México, existe una red de huertos urbanos que ha permitido a la población rescatar prácticas sustentables, reducir el impacto ambiental en el suelo y aire, así como una reconexión entre el ser humano y la naturaleza.
En la unidad habitacional Centro Urbano Presidente Alemán (en la Ciudad de México), que comprende más de mil viviendas, se estableció y se puso en marcha esta siembra de reducidas dimensiones y de cultivo intensivo que ha logrado cambiar hábitos alimenticios en los condominios, así como fortalecer la integración de sus habitantes.
«Lo que hicimos fue acondicionar el terreno porque estaba bastante erosionado. Lo acondicionamos, barbechamos, le dimos minerales; o sea, le dimos un compost con base en minerales para darle más nutrientes a la tierra y, posteriormente, sembramos la semilla», dijo a Xinhua la coordinadora del huerto en la unidad habitacional, Erika Moreno.
Moreno recuerda que sus abuelos se dedicaban a la agricultura y pasaron sus conocimientos a su madre, quien a su vez, se los transmitió a ella.
«De hecho, aquí alrededor (de la unidad) eran cosechas, es un suelo muy fértil; por eso, a lo mejor nos facilitó en cierta manera esto de sembrar, pero, no cabe duda, que regresar a lo de antes es mejor. Hay cosas indudablemente sanas y empáticas», recordó la coordinadora.
Uno de los propósitos de mantener este proyecto en el complejo habitacional, dijo Moreno, es fomentar la convivencia con la familia o grupos afines donde se aprende a sembrar, cosechar, a conservar los alimentos, a resembrar y a fortalecer la integración y el trabajo en equipo.
«Tenemos adolescentes, niños de diez años, adultos mayores (…) hemos abarcado diferentes edades, para unirnos y estar aquí, en un lugar tranquilo, donde nos olvidamos de todo», expresó Moreno.
Por su parte, el promotor ambiental de la Procuraduría Social (Prosoc) de la Ciudad de México, Mario Carmona Macías, explicó a Xinhua que el establecimiento de los huertos urbanos ayuda a las familias mexicanas a reducir los gastos alimentarios a través del autoconsumo y promueve el cuidado del medio ambiente al reutilizar los desechos orgánicos que se generan en casa para preparar el compost, es decir, el abono.
De esta manera, continuó Carmona Macías, se busca que los condominios cultiven y tengan sus propios alimentos, de su propia mano, generando lazos entre vecinos.
«Tienen alimento, como rábano, lechuga, betabel, cebollín y acelga. Entonces, el beneficio es ahorrarle su economía para que no padezcan tanto y ellos mismos puedan agarrar de aquí para llevar a su casa», destacó.
Lo importante de esta red de huertos urbanos, que se distribuyen por toda la capital mexicana, es estimular a más personas a seguir el ejemplo y, al mismo tiempo, proteger al medio ambiente, destacó el promotor mexicano.
«El medio ambiente hay que cuidarlo y, con esto mismo, nosotros estamos ayudando a la gente que lo cuide. Ellos ya no tiran sus desechos (orgánicos) a la basura, sino que los reciclan, los ocupan. Es muy importante que lo fomentemos y que lo hagamos crecer en todo el país», agregó el asesor agrícola.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) calcula que, en algunas décadas, la agricultura urbana podría aportar la quinta parte de los vegetales comestibles del planeta, y asegura que la siembra en terrazas y patios de ciudades puede ser hasta 15 veces más productiva que en fincas rurales